Intentan revivir glorias pasadas, pero el pueblo ya pasó la página.
Por David Santana.
En una visita cargada de simbolismo más que de sustancia, el expresidente Danilo Medina llegó a Barahona para reunirse con figuras que, años atrás, ostentaban poder e influencia, pero que hoy son vistos por la mayoría como “cohetes explotados”: hicieron ruido, brillaron brevemente... y desaparecieron sin dejar resultados sostenibles.
El encuentro, lejos de despertar entusiasmo, reavivó una crítica constante en la población barahonera: el reciclaje de rostros políticos que solo aparecen en época de recomposición partidaria o antesalas electorales. No hay propuestas nuevas, no hay conexión real con las necesidades actuales de la provincia. Solo nostalgia y promesas recicladas.
Lo más notable del acto no fue lo que se dijo, sino lo que se sintió: una desconexión evidente entre los protagonistas del pasado y el presente social y político de Barahona. Un pueblo que, cansado de falsas esperanzas, ha aprendido a leer entre líneas.
Porque lo cierto es que muchos de los que se sentaron en esa mesa “de estrategia” ni vuelven ni van. Están atrapados en el recuerdo de lo que fueron, pero sin fuerza ni visión para regresar con propuestas reales. Y mientras tanto, Barahona exige renovación, compromiso real y líderes que no solo aparezcan en tiempos de campaña.
Los cohetes ya explotaron. El pueblo, firme, sigue mirando al futuro... esperando luz verdadera, no humo viejo.
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